Sabanas de papel

Mientras tanto bajo el techo de aquella alcoba y entre sabanas de papel, yacían sobre la cama dos cuerpos con almas muy distintas pero a la vez muy singulares. Capaces de amarse con caricias tan profundas que llegaban hasta el fondo de sus corazones. La noche hacía mas intensa su pasión. Narrando bajo la piel versos de amor. Las manos dibujaban un camino apetecible en el que perderse era un placer. Las piernas se entrelazaban formando una figura magnifica. Las sombras sobre la piel difuminaban los reflejos de la tenue luz, de una luna reboltosa y juguetona. Fundindose en un eterno abrazo, aquellos dos cuerpos se unieron para formar uno solo, dos corazones un solo latir.

La vida es amar sin medida, es vivir sin mirar atrás, es disfrutar cada momento, es dar la mano a la felicidad y no soltarla.
Allí donde acaba un segundo empieza el siguiente.

Creador de sueños