De versos y besos

En el reloj daban las dos, aquellos pequeños números iluminados de color rojo, no mentían. La puerta la abrieron de un portazo, un beso tras otro. Sentían el fuego de la pasión en su interior. No podían dejar de besarse, entre beso y beso una prenda fuera. La habitación les hacía una reverencia. El suelo pronto quedó lleno de ropa...
Ella tiró de él hacía la cama, un camino que él aún no conocía, los secretos de su alcoba. Él era el escritor que dibujaba sobre su piel redondas con las manos, ella era una hoja en blanco por descubrir. Empezaron a sentir como se aceleraban los corazones, después llegaron los jadeos. La pasión de los besos fue abriendo paso al placer de sexo y sus emociones. Las caricias continuadas, las mordiditas, las piernas entrelazadas, los cuerpos juntos por la llama del amor.
El poder de amar no tiene limites. Aquella noche dos locos amantes se dejaron llevar por la locura de una nueva oportunidad que les brindó la vida, formando algo nuevo, algo distinto y porque no decirlo algo maravilloso, se unió.

A una mujer hay que amarla a fuego lento,
para notar cuan exacto, se puede llegar
a convertir en el amor de tu vida...

En busca del verso mas profundo...
Creador de sueños