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Mostrando entradas de agosto, 2018

La noche oscura

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El mojado del suelo hacia que brillara cada adoquín, al reflejo de la luz de las farolas. Una fuerte olor a suciedad impregnaba el ambiente. A lo lejos se oía unos pasos de mujer, seguramente... La noche esconde sus defectos y realza sus contornos. Sentado en el alféizar de aquella ventana, descubrí como es de cruda la vida. O mejor dicho, nosotros mismos nos la complicamos. Una pareja discutiendo en plena calle, mi reloj marcaba las 2... Nadie de aquella pensión estaría despierto a esa hora, excepto yo... Los gritos subían de nivel, se avecinaba una tormenta (de insultos y de tirarse los trastos a la cabeza). Desde la ventana las historias se observan de otro modo.  Me cuesta creer que hay historias sin final, que hay luz al final del túnel, que en esta vida siempre debes subirte al tren porque es la única forma de avanzar. Sin tapujos estoy plasmando mis pensamientos, ama tu caos, joder!!!  Después de casi dos años abandonado, he vuelto a pillar el hilo. Me faltaba inspiración,

El escritor melancólico

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Las letras de mi blog forman mi camino. Ayudan a desahogarme a hacer que por unos momentos mi cabeza deje de pensar en problemas, en nubes negras, en corazones rotos, en almas sin pena incluso en pensar a donde llegar con mi vida.  Pero aquí estoy en mi estudio, borracho, escuchando Arce. Las heridas que llevo conmigo en el corazón las comparto escribiendo estas letras. Carpe Diem!!! Melancolía, una palabra muy larga que dice mucho, recuerda amores pasados, latidos conectados, caricias, abrazos, besos, deseos, lamentos, perdidas y olvidos. Las teclas de mi teclado suenan al unisono, las lagrimas/ gotas de lluvia han dejado el tejado de mi casa mojado y resbaladizo. Mi mejor consejo es no te acerques a mi, soy un alma vacía, llena de letras, temas y textos. Esa mala influencia a la que nadie debe arrimarse. La noche es larga, creo que hoy tampoco podré dormir mucho, llevo días de insomnio, durmiendo lo justo para sobrevivir. Los pensamientos llegan en la noche y no en el dí

Lo que te conté mientras te hacías la dormida

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Aquella noche de junio, el calor era asfixiante, me desperté sudando a mares. A mi lado tú con tu cuerpo desnudo dormida profundamente o eso creí yo. Mi mano te acarició el pelo, luego muy despacio lo hizo por tu espalda casi sin tocar tu piel, me recosté y te besé en la nuca. Empecé a hablar de mi vida pasada, de mis errores, mis viejos amores, lo que no fui nunca capaz de hacer cuando estabas despierta. Te conté como me fue con mi primer amor, incluso donde fue mi primera vez, que sentí al besar aquella chica en Mallorca por primera vez cuando bajo la luz de las estrellas, un torpe y patoso adolescente intentaba ser más experto de lo que en realidad era. La verdad que fue un desastre, cuando lo pienso me pongo las manos en la cabeza... también te conté como juré ser fiel con mis manos deslizando por tu espalda desnuda. Hay noches como la de hoy, en que pienso en alguno de esos días, en que jodidamente estoy solo, pero con los huevos y el valor de seguir adelante, de ser más yo q