Parte 1 - Boceto

Por la senda más angosta y tenebrosa, galopaba William con su caballo negro. El frío le hacía escarcha en los pómulos y la cara el trozo que no cubría el pañuelo que le abrigaba el cuello y barbilla. Bajo los guantes, el aire gélido le se le clavaba como espinas en el brazo. Sí seguía muchas horas más a esa velocidad por esos caminos, su vida correrá peligro. La noche se avecina, no hay tiempo que perder. Justo cuándo el ocaso de otoño se desbocaba y lentamente entraba el gélido invierno de mediados del siglo XVII. 
En un bolsillo interior de la chaqueta escondía una pieza de oro muy valiosa para su majestad.
Se dirigía al castillo de Arundel al sur de Inglaterra. Después de rodear la zona más peligrosa llena de ladrones y rebeldes del bosque encantado.

Creador de sueños

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