Múnich
El viernes después de despertar no me lo creía, había sido capaz de aguantar la víspera de un vuelo y dormir toda la noche del tirón. En el aeropuerto de Barcelona había más control que de costumbre, pero gracias a mi puntualidad no me supuso ningún problema. Eran poco más de las once cuando me puse en la cola de la entrada del avión. El vuelo muy bien, creo que le estoy perdiendo el pánico a volar. Cuando llegué a Múnich mis dos amigos me esperaban con una sonrisa y ganas de pasarlo muy bien. Estuvimos toda la tarde voltando de aquí para allá, pero estaba feliz, me sentía libre de viajar, de conocer otra ciudad. Aunque también he de decir que se pasó todo el sábado lloviendo. Llegué al hotel por la noche fundido. Y me quedé dormido... La mañana despertó muy fría pero hoy por lo menos no llueve. Con un trabajo laborioso pude imprimir el check in... Ya con todo en la maleta le dí la espalda al hotel y me encaminé a la estac...