La bóveda celeste
Siempre habrá unos ojos a los que mirar, unos brazos a quien abrazar, unos labios que quieran besar, un cuerpo al que desnudar, la vida nos pone todos estos regalos sólo para nosotros capaces de observar y mirar con el corazón En la noche levantaba la cabeza para ver ese universo en expansión donde todo se aleja de todo y nadie ni nada es el centro! Que asombro le causaba esa bóveda celeste sin fin, sin fondo ilimitada, que la lanzaba al abismo... Y así, como se mezclan las cosas sin un sentido, nos dejemos llevar tu y yo... Han vuelto a salir versos de este, mi corazón Creador de sueños